En el Mayor y en el mundo paulino de tantas promociones, desde la propia suya de 1956 hasta las actuales, solamente ha habido un Landelino, un enorme paulino que siempre ha tenido al Colegio y a nuestra Asociación en su cercanía de vida, orgullo y dedicación.

Desde su ingreso en el Mayor, su aportación a la causa paulina ha sido extraordinaria, densa y continuada. Colegial primero, luego Colegial Mayor y más tarde Colegial Mayor Decano. Desde la habitación 230 ganaba primero las oposiciones al Cuerpo de Censores del Tribunal de Cuentas, y también la de Letrado del Consejo de Estado, en ambas con el número uno. De tal manera que la gran entrada en el mundo jurídico en el que logró grandes éxitos y su proyección en la acción pública tuvo la mayor raíz paulina.

Eligió el San Pablo como sede del Grupo Tácito que posibilitó la ejemplar Transición española junto a otros ex colegiales paulinos como compañeros de aventuras. Sin duda, porque se consideraba fuerte en los principios y valores del Colegio, basados en la apertura de pensamiento, tolerancia de convivencia, lucidez y rigor de ideas.

Fue Presidente de nuestra Asociación en 1976 a 1979. Tal era su orgullo que compatibilizaba el puesto nada menos, sucesivamente en dicho periodo, que con su condición de Senador por designación real, Diputado del Congreso y Ministro de Justicia, desde donde articuló muy personalmente la instrumentación jurídico-formal de la nueva democracia. Deja la Presidencia de la Asociación para ser Presidente del Congreso de los Diputados, dando efectividad a las previsiones constitucionales y al régimen parlamentario.

Fue elegido nuevamente Presidente de nuestra Asociación en el periodo 1995-1998, y años después se interesa por el relanzamiento de la misma como actual Foro Mayor San Pablo, en años de su estancia como Consejero Permanente del Consejo de Estado, Presidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, y académico de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.

Muy recientemente fue designado Premio Paulino del Año 2016 en reconocimiento a ser ejemplo de generaciones paulinas por su  personalidad pública, responsabilidad social, profesionalidad, referencia ética y gran testimonio ante la sociedad española de los principios y valores paulinos. La entrega del Premio en 2016 y la lectura de la Laudatio del mismo quedaron recogidas en nuestra web y puede accederse clicando aquí.