Habláis de grandes inversores, como aseguradoras y fondos de pensiones, pero recordamos que Miguel, en el discurso del Premio Paulino, nos confesó la responsabilidad que sentía al invertir dinero de pensionistas. Ahora todo apunta a que los planes privados de pensiones van a cobrar mayor importancia y nos preguntamos por el futuro del sistema de pensiones.
Miguel: Este es uno de mis temas preferidos. Vuelve a ser un claro caso de don’t look up. Es uno de los mayores problemas que tenemos como país y como sociedad, porque el envejecimiento de la población, unido al ahorro de la generación de nuestros padres y a que han tenido una pensión, ha permitido que durante la crisis algunas familias hayan podido vivir de las pensiones de los abuelos y, quizás, la generación más joven no le ha dado importancia. Pero es un hecho que vuestra generación y las siguientes no parecen invertir de la misma manera que las anteriores. No compran una casa, la alquilan. Muchos no compran ni un coche. No van a tener activos y veremos si tienen pensión o qué pensión tienen. Añadir años de cotización para fijar el parámetro es una forma de reducirla y ya se está haciendo. La inflación igualmente las reduce. Puede que traten de subir impuestos para atajar el problema, pero no va a servir.
En Latinoamérica se afrontó el problema bastante bien, obligando a contribuir a planes de pensiones. En Chile le están dando la vuelta, México lo mantiene y lo cierto es que es la única solución. Esto se sabe, pero no se actúa.
Cuando estuve estudiando en EEUU, hace 38 años, hice un trabajo sobre las pensiones en aquel país, y ya se ponía de manifiesto que la demografía se estaba invirtiendo y que llegaría un momento en el que no habría dinero para pagar. No es nada nuevo ni exclusivo de aquí. Pero aquí no se están tomando medidas para solucionarlo, serían impopulares y la magia no existe. Es un tema muy preocupante.
Un problema que tiene mi sector es la dependencia de inversión extranjera por la falta de ahorro institucional en España. Las compañías aseguradoras son muy pequeñas y los fondos de pensiones minúsculos. Los gobiernos entienden que el capital privado es bueno porque supone la creación y fortalecimiento de empresas más sofisticadas, que crecen más, exportan más. Pero también es muy importante que tengamos inversores. Les explicamos que tenemos un problema absurdo, herencia de un pasado de bancos multidisciplinares, que hacían de todo, con gestoras y aseguradoras. Los fondos de pensiones tienen por ley limitadas las comisiones máximas que cobran por tramos, según el perfil de riesgo. El máximo es de un 1.5% sobre el capital gestionado. Los fondos de private equity de media cobran un 2% y los fondos un 1%. Pero además lo cobran sobre el capital comprometido, lo que supone que cuando tienes invertido el 10% del fondo, en realidad estás pagando un management fee del 10%.
Gestionar fondos de pensiones es un negocio. El resultado es que sumas no solo el fee del gestor sino también el de los fondos subyacentes. Eso les lleva a invertir fundamentalmente en deuda pública y por ello año tras año logran rentabilidades peores que las de los mercados. Y todo por las comisiones. El sector de private equity genera mucho, pero es caro y por ello estos fondos no invierten en él y se han centrado en deuda, lo que ha sido un desastre.
Otro problema es el de la fiscalidad. Los gobiernos no cuidan los pocos fondos que hay, porque empeoran la fiscalidad. Si inviertes en un fondo normal no tienes la deducción que tienes al invertir en un fondo de pensiones, pero el beneficio lo tributas por plusvalía, mientras que el beneficio que obtienes en un fondo de pensiones lo tributas por renta. Es un sistema que no tiene sentido. Yo colaboro con la Asociación Española de Capital, Crecimiento e Inversión, ASCRI, y estamos intentando promover la creación de una figura distinta, de next generation, dándoles flexibilidad para invertir en diferentes activos, reales, por ejemplo, pero comprometiendo a la gente a largo plazo con ciertos incentivos. Lo que está claro es que la situación actual no invita a los jóvenes a ahorrar, cuando sin duda sería lo más inteligente.
Lo que sí se ha hecho ahora es la ley de startups. El gobierno parece haberse dado cuenta de la importancia de la revolución tecnológica. Además, el sector del venture capital tiene mejor fama que el de private equity y lo están intentando favorecer. Estamos consiguiendo incluso atraer gestores a España, flexibilizando su remuneración. Sin darle demasiada publicidad eso sí, para que no se diga que están ayudando a fondos buitre.
Gonzalo: Coincido plenamente con la valoración que ha hecho Miguel. Es éste sin duda uno de los problemas más graves que tenemos. Pienso que también hay que abordar otras realidades, como medidas a favor de la natalidad, que ayudarían a largo plazo, pero desde luego no hay soluciones sencillas y sí impopulares.
Se acerca el final del encuentro y nos gustaría que compartáis con nosotros y con todos los colegiales que os lean, vuestra experiencia personal y profesional que sirva de orientación a un joven paulino que acaba sus estudios y comienza su vida laboral.
Gonzalo: Yo le diría que empiece a trabajar en algo que le guste, que no comience en lo que parezca que se lleva en el momento, sino que previamente analice lo que le gusta y, si es posible, le dé un componente internacional. En el fondo, se trata de conseguir que aquello que haces te acabe gustando. Además, cada vez hay más posibilidades de moverse de un trabajo a otro. Que no le dé miedo el primer trabajo porque no va a condicionar totalmente el futuro, no es determinante.
Y también que esté dispuesto a trabajar mucho y duro. Hay que hacer sacrificios, de manera muy especial al principio, y muchos jóvenes no están dispuestos a sacrificarse. Los objetivos, los sueños requieren trabajo, constancia, riesgo, nadie regala nada. Está bien hacer balance entre la vida personal y laboral, hay que intentar un equilibrio, pero no es tan fácil.
Miguel: Estoy de acuerdo, pero con una puntualización. Vi hace poco un vídeo que indicaba que la peor mentira y más peligrosa era “pursue your dreams”, persigue tus sueños. Por eso no sé si recomendaría trabajar en aquello que les guste. Lo fundamental es tener una visión a largo plazo. La vida es muy larga y quizás es más importante un trabajo menos lucrativo que te ofrezca más oportunidades de aprendizaje, que te forme mejor, aunque sea menos glamuroso. También, y aunque pueda parecer contradictorio, es interesante relativizar, la vida vista desde la primera opción laboral es larga, pero siempre se puede cambiar y reconducir.
Y un aspecto que me parece muy importante es ser consciente de que desde el primer día que empiezas a trabajar te estás creando una reputación, así que has de ser fiel a tus valores. El éxito profesional no es el objetivo último en nuestra vida. La vida es mucho más y acostarse tranquilo todas las noches da mayor sentido a la vida.
Son consejos importantes fruto de la experiencia, de una buena educación y del compromiso que ambos tienen por extender en su entorno un ambiente de confianza, seguridad, responsabilidad y, nos atrevemos a decir, también sosiego. Porque su presencia, la forma de compartir sus conocimientos y su serenidad crean un ambiente amable. Sin duda cultivan la excelencia.
Para terminar, nos gustaría conocer cuáles son vuestras fuentes de información que consultáis a diario y qué nos recomendaríais para estar al día, así como qué lecturas podríais compartir con nosotros.
Gonzalo: Hoy en día lo que no falta es información. A veces hay incluso demasiada, totalmente inabarcable. Por mi trabajo me llega mucha información macro y económica y lo que debo hacer es filtrar. Una fuente de información valiosísima para mí son los propios clientes, el contacto con las personas. Durante el confinamiento les llamaba, aunque no tuviera negocio en ese momento con ellos, para que me contaran la situación desde su punto de vista, desde la economía real, para contrastarla con la visión financiera.
Sobre lectura recomiendo especialmente dos libros;
En primer lugar “Patria”, de Fernando Aramburu, libro que conoceréis bien por vuestra procedencia. Creo que es importante mantener la memoria de lo que durante tantos años ha pasado en el País Vasco, y que no se olvide que en España durante muchos años ha habido una gran falta de libertad en el País Vasco y que se ha asesinado y coaccionado a mucha gente simplemente por pensar de manera distinta a la de una minoría violenta. Para los que hemos convivido con esta violencia es importante que no se olvide la historia para que no se repita y se recuerde con la admiración que se merecen a todas aquellas personas que lucharon (en un sentido muy amplio) para que hoy vivamos en una sociedad más libre.
Por otro lado, “Sapiens” de Yuval Noah Harari. Se trata de una breve historia de la humanidad escrita con un lenguaje fácil de entender y entretenido. Es un libro que, si bien no hay que estar de acuerdo con todo lo que cuenta, da una visión muy completa de la evolución del hombre y de los grandes avances de la sociedad desde muchos puntos de vista. Una lectura interesante para reflexionar sobre algunos de los grandes hitos de nuestra historia, que nos ayudan a entender también la historia que estamos viviendo nosotros.
Miguel: Yo me dedico a buscar oportunidades de inversión en el mundo y en diversos sectores y además de leer todo lo que me facilitan sobre esos ámbitos, coincido con Gonzalo en que el matiz que te da una conversación es fundamental, es muy constructivo y hay que cultivar los encuentros en los que se comparte no sólo información, sino también impresiones y experiencias. Eso es insustituible.
En cuanto a lecturas, los dos últimos libros que he leído han sido “Magallanes” de Stefan Zweig y “La paz interior” de Jacques Philippe.
“Magallanes” es uno de los mejores relatos de la primera vuelta al mundo que culminó el vasco universal Juan Sebastián Elcano, un logro en mi opinión mayor y más arriesgado en su momento que el primer viaje a la Luna, un verdadero hito de la humanidad, protagonizado por España, del que ahora se cumplen 500 años y del que deberíamos estar muy orgullosos.
“La paz interior” nos recuerda que llevamos una vida acelerada, preocupados por todo y por todos, y que es bueno encontrar esa paz interior que nos ayuda a poner las cosas en su contexto adecuado.
Ambos me han gustado y me han aportado ideas para el día a día, que es el tesoro de los buenos libros.
En este encuentro de hermanos, los hermanos Zurita nos han ofrecido la ilusión de hablar entre iguales y de lugares comunes. También adentrarnos y salvar la distancia entre los personajes públicos que conocemos y las personas que son. Nosotros no sólo prestamos atención a sus conocimientos y experiencias, también observamos sus modales, sus silencios, su tono, y no cabe duda de que unen a sus conocimientos financieros grandes cualidades humanas. Son dos personas de corazón educado.
Nos han mostrado sus orígenes, sus esfuerzos y sus éxitos, también hemos percibido su pudor ante todo lo personal e íntimo, y tienen muy presente la fragilidad de la vida, su lado débil, por eso siempre destacan lo fundamental.
La relación entre la vida personal y laboral aparece de forma equilibrada en sus palabras y en su entrega diaria, con el esfuerzo que preside su día a día. Un esfuerzo que consideran transformador, capaz de cambiar el mundo con la suma del trabajo de cada uno de nosotros. No son de las personas que esperan a salir del trabajo para disfrutar, han sabido hacer que les guste lo que hacen y disfrutan haciéndolo.
Se atribuye al premio Nobel André Gide el pensamiento de que el secreto de la felicidad está en no esforzarse en el placer, sino en encontrar la felicidad en el esfuerzo. En tiempos de adversidades sabemos que son el esfuerzo y un liderazgo de hacer, frente al de decir, los que allanan el camino. No es extraño que en la adversidad salga a la luz la verdadera virtud.
Con esta esperanza, Gracias hermanos.