ENCUENTROS PAULINOS

Entrevista con los hermanos Zurita

Por Aitor y Xabier Errasti Martínez de Antoñana

«En el Colegio la libertad era un principio básico, siempre que hubiera responsabilidad y consiguiéramos los objetivos»

Los hermanos Zurita, Gonzalo y Miguel son de Vitoria-Gasteiz, como nosotros. Se da la circunstancia de que nuestros padres trabajaron juntos y han sido siempre una referencia en nuestra familia, un modelo a tener en cuenta, así que se puede comprender la Ilusión y el interés que tenemos en este encuentro.

Hace ya tres años que tuvimos un primer contacto, pero por diferentes motivos hasta ahora no ha podido concretarse este encuentro. Aprovechando que yo, Xabier, paso unos días en Madrid, procedente de México, iniciamos la conversación compartiendo nuestras experiencias internacionales, ya que en su día también Miguel por razones profesionales vivió en México. Nuestra fascinación por ese gran país y por sus gentes, el riquísimo pasado común, su cultura, clima, gastronomía, y la cálida acogida que nos ofrecen, centran la primera parte de nuestro encuentro.

Además de estos lugares comunes, Vitoria, México y Colegio Mayor, descubrimos que también compartimos otras afinidades. Al igual que nosotros fueron jugadores de rugby durante su etapa colegial, Miguel estudió en ICADE, sus formaciones iniciales son Derecho y ADE. Gonzalo y Miguel han estado vinculados a anteriores Asociaciones del Colegio, y Miguel en una época fue tesorero, precisamente hasta que se fue a México.

Miguel y Gonzalo, junto con sus tíos, también paulinos, Jaime Zurita (izquierda) y Fernando Goñi (derecha)

En la actualidad Miguel es Managing Partner y Co-CIO en Altamar Capital Partners y Gonzalo trabaja como Managing Director en el banco japonés Nomura, teniendo por tanto ambos un marcado perfil financiero, así como grandes conocimientos y experiencias profesionales y personales a compartir con nosotros.

Hablamos de la interesante labor del Foro Mayor y de esta sección de encuentros con antiguos paulinos, como red que propicia la posibilidad de mantener la vinculación con el Colegio e invita a seguir aprendiendo de la experiencia de los antiguos colegiales. Destacan que cada encuentro les evoca recuerdos y abunda en la trayectoria de personas con las que, en unos casos han coincidido y en otros no, pero en todos se percibe ese espíritu paulino que tan a gala llevamos.

La velocidad con la que se suceden los acontecimientos en este tiempo supersónico, ha hecho que tras este encuentro se hayan dado circunstancias de calado que pueden modificar algunas de las consideraciones que aquí se exponen. La invasión de Ucrania por Rusia, paros, falta de algunos suministros y hasta cierres de empresas por la subida del precio de materias primas y combustibles, o el apoyo del Presidente del Gobierno al Plan marroquí para el Sahara, por citar algunos de los hechos más destacados acaecidos en las últimas fechas, hacen que algunas de las valoraciones macroeconómicas que aquí se vierten puedan parecer extemporáneas. Pero nada más lejos de la realidad, entendemos que el análisis que aquí se hace está libre del efecto de las circunstancias referidas y de otras muchas que, sin duda, se irán sucediendo.

Por ello, ante la duda de propiciar una actualización o mantener lo que aquí se recoge, hemos optado por mantenerlo, considerando que se ofrece una visión objetiva y puntual que, como no puede ser de otra forma, cada uno iremos analizando desde el devenir que nos vayan deparando los acontecimientos, ofreciéndose desde aquí un punto de referencia.

Con esta puntualización abordamos el encuentro evocando recuerdos del Colegio Mayor.

Sabemos que vuestra conexión con el Colegio es muy familiar, que varios miembros de vuestra familia han estudiado en el San Pablo, y que vuestro padre también era paulino.

Gonzalo: Así es, y no solo mi padre. Él es el mayor de ocho hermanos, de los cuales cuatro eran chicos, y los cuatro estudiaron en el San Pablo. Mi familia vivía en San Sebastián. Mi abuelo era allí Inspector de Hacienda y envió a todos los hermanos al San Pablo. En aquel momento no había tantas universidades como ahora y tenía claro que quería que sus hijos estudiaran en Madrid, así que nuestro padre se incorporó en la promoción de 1954. Fue decano y estudió la oposición en el Colegio. Cuando éramos pequeños nuestro padre hacía viajes con amigos del San Pablo, así que siempre hemos vivido la experiencia de la amistad paulina.

Pero es que además tres hermanos de nuestra madre también estudiaron en el San Pablo. Se da la curiosidad de que nuestro padre conoció antes a sus cuñados que a su mujer. Así que cuatro Zuritas y tres Goñis habían estudiado en el San Pablo antes que nosotros. Estábamos predestinados, y tres hermanos Zurita Goñi también somos paulinos.

Miguel: Yo todavía recuerdo la llegada al Colegio con nuestro padre en 1985. Mi primera habitación fue la 318. Ahora ha cambiado mucho y las habitaciones no tienen nada que ver. Pero recuerdo que me dijo que todo estaba exactamente igual que cuando él vivió allí. Nuestro hermano Íñigo entró en el 88, y Gonzalo en el 91. Al año siguiente el CEU se convirtió en Universidad, el espacio del Colegio tuvo que reducirse, quitaron pasillos y únicamente aceptaron para el curso siguiente a colegiales que fueran a estudiar en el CEU. Esto supuso que nuestro hermano Javier no pudiera entrar en el Colegio, con el consiguiente disgusto de toda la familia. Lo vivimos como una injusticia por parte de la Asociación Católica de Propagandistas de aquel momento.

Gonzalo: Probablemente tendría un sentido estratégico, pero además de afectarnos personalmente, creo que durante el poco tiempo que duró esta medida se perdió riqueza y diversidad, que es prácticamente lo que más valoramos. Ese año no entraron arquitectos, médicos ni ingenieros, perfiles fundamentales para que haya diversidad de colegiales y todos saquen lo máximo de ese período. Su rectificación fue un gesto inteligente y generoso por parte de la ACdP.

Miguel: Así es, de hecho yo, al igual que vosotros, estudié E3 en ICADE, pero siempre he sentido que me ha marcado más mi paso por el San Pablo que por la universidad. Por eso creo que es importante mantener e incluso reforzar los vínculos que tenemos con el Colegio. La convivencia fue increíble, siempre enriquecida con actividades y responsabilidades que asumías. Recuerdo las comisiones de fiestas o de cine que dirigíamos nosotros, chavales jovencísimos gestionábamos presupuestos importantes. O las cenas coloquio, en las que tenías una exposición a gente muy interesante, a la que difícilmente podías acceder en otros lugares.

Gonzalo: Los tres hermanos que estudiamos la carrera en el San Pablo la terminamos como colegiales. Yo estudié en CUNEF. Coincidí en mi etapa con dos directores, Moncho Guerrero, que era sacerdote, y Javier López Galiacho.

Miguel: Moncho era de formación muy liberal. Fue un buen director e intentaba educar a los estudiantes y ejercer la dirección desde la libertad. De él tengo un aprendizaje que me ha acompañado en la vida y me ha ayudado mucho. Cuando un miembro de la Dirección tomó una decisión totalmente injustificada, que claramente iba contra los intereses de muchos de nosotros, yo me quejé a él muy indignado, criticando a quien había tomado dicha decisión. Moncho me dijo que merecía la pena tener siempre presente que aquellos con los que me enfado y de quienes en algún momento puedo pensar lo peor, siempre tienen a alguien que les quiere. Sus padres, sus parejas y por supuesto Dios, así que algo bueno tienen y tú puedes intentar verlo. Cada vez que me he enfadado con alguien he recordado esta idea y me ha sido de gran ayuda para relativizar y acercarme más a las personas.

Gonzalo: En el Colegio la libertad era un principio básico, siempre que hubiera responsabilidad y consiguiéramos los objetivos que nos habíamos propuesto. Era muy sintomático que, si llegabas al Colegio más tarde de una hora, firmabas, y sólo si las notas eran malas había consecuencias, ya que se ponían a disposición de los padres. Recuerdo que algunos esperaban hasta las siete de la mañana para entrar al Colegio, hora a partir de la cual ya no era necesario firmar. A mí me podía el sueño, así que entraba y firmaba. Tenía claro que mi obligación era estudiar y el que constara que había salido no iba a suponer un problema con mis padres. Eso te hacía madurar, ser consciente de tus responsabilidades y prioridades.

Ahora que tengo que entrevistar y contratar a gente, valoro más a una persona de notable que vea que en su vida ha tenido iniciativas, ha asumido responsabilidades, que a otra de sobresaliente si percibo que le falta esa experiencia vital.

Foto de las olimpiadas celebrando la victoria. Fila de arriba de izquierda a derecha: Mariano Molinero, Gonzalo Zurita, Jose Luis Aranguren. Debajo de izquierda a derecha: Fernando Tejedor, Antonio Díaz Bueno , Pedro González Culebras

Foto en una habitación del Colegio en el año de novatos. De izquierda a derecha: José Antonio Larraz, José Miguel Ruiz Nieto, Fernando Gallardo, Miguel Aranguren, Quito Ferrer, Rodrigo Ruiz-Jiménez, Gonzalo Zurita, Juan Miguel Avila, Juan Bolea

Vemos que este método se mantiene de generación en generación en el San Pablo. Nosotros también lo hemos vivido y Paco Vázquez lo destacaba en nuestro encuentro como filosofía del Colegio. Todos coincidimos en la gran oportunidad personal que supone pasar por el San Pablo para crecer en responsabilidad y en compromiso, lo que unido al espíritu de respeto y convivencia caracteriza el perfil que se trabaja en el Colegio. Y es que sabemos, con Aristóteles, que la excelencia no es un acto, sino un hábito. Somos lo que hacemos.

Otro aspecto a destacar son las relaciones de amistad que aquí se generan y cómo perduran ¿Seguís manteniendo mucha relación con compañeros de aquella época?

Gonzalo: Así es, de hecho, somos muy activos y nos vemos con regularidad. En un acto del Foro Mayor destacaron este aspecto y premiaron el hecho de haber sido capaces de mantener la cena de Navidad desde que salimos del Colegio hasta hoy, más de treinta años. Y es que entre mis íntimos amigos cinco son compañeros del San Pablo. Tengo que reconocer que cuando he conocido a colegiales con los que no coincidí me siento con ellos de manera especial, con predisposición natural a ayudarles.

Miguel: Yo me veo menos con los míos, pero tenemos un grupo de whatsapp en el que mantenemos una relación activa. Estamos muy dispersos por el mundo y resulta complicado vernos con asiduidad.

Pero sí me ha ocurrido coincidir profesionalmente, en aeropuertos o en lugares donde no te lo esperas, con personas con las que coincidí en el San Pablo, que no eran de mi círculo de amigos y a los que no había vuelto a ver, y sentir una afinidad tremenda. Lo cierto es que según vas cumpliendo años, y por eso a mí me pasa ahora más que a vosotros, comienzas a valorar lo realmente importante, y creo que en el San Pablo empezamos a aprender esa enseñanza.

Con esta impronta paulina que se palpa en todos los colegiales con los que vamos manteniendo encuentros, nos preguntamos sobre cómo se ha ido materializando en la vida y en sus carreras profesionales la máxima “sed señores de vosotros mismos y para los demás”. Nosotros siempre lo hemos entendido desde una labor social y política, quizás más vinculado con profesiones del sector público. Y sobre todo teniendo como referentes las grandes figuras públicas y políticas que se formaron en el San Pablo en sus primeras décadas. Los Premios paulinos de los años 80 reconocieron a colegiales con trayectoria en el mundo de la política y, sin embargo, en los últimos años este Premio viene siendo un reconocimiento de profesionales del sector privado, Miguel entre ellos, que lo ha recibido en el 2020.

Qué duda cabe que se puede ser señor de uno mismo y para los demás en todos los ámbitos de la vida, y no sólo en el profesional, también en el familiar, en el del ocio y el relacional. Ahora bien, creemos que este cambio pone de manifiesto una tendencia: ahora el desarrollo profesional encuentra más reconocimiento y satisfacciones en el sector privado. Vosotros habéis desempeñado la totalidad de vuestra vida profesional en este sector, concretamente en las finanzas, ¿qué opináis de ello?

Miguel: El San Pablo ha evolucionado, al igual que lo ha hecho la sociedad. Aquella era una sociedad en la que había mucho por hacer, muchos cambios que realizar, y dada la situación, la mayoría se llevaban a cabo desde el sector público. Pero con los años, ha ido variando.

Cuando preparé el discurso del Premio Paulino, la formación que recibí en el San Pablo estaba muy presente en la parte de Responsabilidad Social Corporativa. Las empresas son hoy quienes tienen que liderar la sociedad, siendo ejemplares, teniendo conciencia social. En el COP de Glasgow, los gobiernos han reconocido que no son capaces de llevar a cabo la transición energética en solitario. Lo que esto pone de manifiesto es que lo importante es la esencia. El Colegio formaba y forma a personas con esa conciencia social, próxima a la Doctrina Social de la Iglesia, y nos induce a asumir responsabilidades con impronta social y de servicio.

La globalización y los avances tecnológicos nos llevan hacia un modelo de individuos multitask y multiorganización. En las empresas los puestos cada vez están menos definidos, se adaptan a las personas y a las necesidades de cada momento. Quizás hemos vivido una fase que ha ido del Estado a las empresas y la próxima puede ser de las empresas a las personas. Lo importante, lo transformador es el buen desempeño de cada uno de nosotros, estemos donde estemos. La suma de nuestras labores individuales sigue siendo ahora tan importante como lo pudo ser, en la etapa de la transición, el grupo Tácito.

Gonzalo: Abundando en esa línea, yo añadiría que antes, en este país, el motor de la economía se centraba en el Estado. Las grandes empresas eran públicas, que gestionaban la energía, las telecomunicaciones, etc. Pero se ha demostrado que la gestión privada es más eficaz y es parte de la explicación del cambio. Creo que nuestra labor y la capacidad de influir es igual de importante en la empresa privada que en el sector público. A medida que vas escalando profesionalmente tienes más importancia en el entorno, porque formas a los jóvenes y das ejemplo, te conviertes en un referente. Es complicado ser un gran profesional si no eres una buena persona.

El tópico habla de la existencia de gente éticamente reprobable en el sector privado y más concretamente en el de las finanzas y en la banca de inversión, que es precisamente donde trabajo. Sin embargo, mi experiencia me dice que, como en todas partes, te vas a encontrar con personas de ese perfil, pero lo que abunda son las personas de conciencia, trabajadoras y entregadas, que saben que el progreso del negocio es también el de la sociedad. Son vasos comunicantes. La empresa privada necesita también de un sector público eficiente y eficaz, y viceversa, un entramado público sin red privada también está abocado al fracaso.

Y no solo eso, en ambos ámbitos lo importante son las personas. Lo relevante es lo que cada uno de nosotros hagamos, tanto en el ámbito personal como profesional, ya sea en el sector público o privado. Es clave tener referentes de honestidad tanto en el sector público como en el privado.

«Según vas cumpliendo años comienzas a valorar lo realmente importante, y creo que en el San Pablo empezamos a aprender esa enseñanza»

En palabras del filósofo Javier Gomá, todos somos personas públicas, porque todos somos ejemplo en nuestro círculo. Si se quiere, las personas con proyección pública tienen un plus de responsabilidad, porque su ámbito de influencia es mayor, pero cada uno de nosotros somos ejemplo en nuestro entorno. De vuestras palabras también se deduce que realmente todos, desde nuestra particular parcela, hemos de colaborar en la construcción de esa sociedad con la que ya soñábamos entre los muros del San Pablo.

Pero también nos tenemos que preguntar hasta qué punto ciertas posturas de algunas empresas son socialmente responsables o simplemente están guiadas por el ánimo de lucro, por puro marketing, sin visión de futuro. Percibimos que algunos fenómenos, masivamente aceptados hoy como éticos, tienen un trasfondo que no necesariamente es ético.

El discurso de Miguel en la ceremonia de la entrega del Premio Paulino, abordó el concepto anglosajón de greenwashing, que precisamente consiste en la creación de una imagen ilusoria de responsabilidad ecológica por parte de las empresas. ¿Qué podríais añadir sobre este fenómeno?

Miguel: El greenwashing existe, eso es así. Pero también está claro que debe preocuparnos más el espíritu que el resultado. En la creación de gran parte de los departamentos de ESG (Environmental and Social Governance), encontramos detrás a los departamentos de marketing o de relación con inversores.

Un ejemplo es el asunto del cambio climático. Ha llegado un momento en el que mediáticamente hay mucho ruido, pero el debate ha de sustanciarse en la ciencia, en los datos. En Twitter he leído un post en el que se dice que un molino eólico consume más energía en el proceso de su creación que la que es capaz de generar durante su vida útil. Afortunadamente, si contrastas los datos no es así, pero la información ya está difundida. Tenemos que centrarnos más en la ciencia y cuestionar el mero marketing.

Ahora todo gira en torno a la energía solar y buceando en un libro sobre el hidrógeno, me pregunto cuánto espacio físico se necesita en el mundo para poder usar solo energía solar, ya que todo parece indicar que puede llegar un momento en el que terrenos para vivir, cultivar y dedicar a producción de energía entren en conflicto. Sin duda el cambio climático es un problema real, existe, y por tanto es un asunto al que hay que enfrentarse. Lo que falta es ciencia y rigor para hacerlo correctamente. Tenemos ese reto y el marketing no lo soluciona.

En el ámbito privado hay empresas, sobre todo familiares, en las que los gestores necesitan seguridad sobre la necesidad de estas medidas para conceder la cesión de parte de su rentabilidad a estas inversiones. Se dice que Emilio Botín cuando en una reunión se estaban tratando estas cuestiones, dijo “déjese de cuentos y tráigame las cuentas”.

En este momento estamos financiando un proyecto de aparcamientos, y en conversaciones con la Dirección yo trataba de que incluyeran aparcamientos para coches eléctricos, pero alegan que no hay capacidad energética. Los puestos eléctricos en los aparcamientos están limitados porque no hay capacidad para más. Esto da una idea de que con frecuencia la realidad es testaruda y choca con el ideal.

En el mundo de los activos privados, el fundador de Blackstone escribía recientemente un artículo a propósito de la reciente subida de los precios de la energía. Ellos han ganado mucho dinero con compañías de energías fósiles y considera que el paso de esas energías a las llamadas limpias, no puede solucionar un problema, como es el de las emisiones de CO2, para crear otro, como es la falta de energía o su encarecimiento extremo.

Gonzalo: Que algo sea marketing no quiere decir que no sea bueno. A veces es el primer paso que se puede dar, y la gran mayoría de empresas están comprometidas en esa línea.

En mi ámbito, cada vez que firmamos un mandato de asesoramiento, hay que pasar antes unos comités (Business Acceptance Comittee), que deben cumplir unos criterios ESG. Si el rating sale bajo, se levanta una interrogación y puede suponer no firmar el mandato. Y no hablo de financiación, hablo del mero asesoramiento.

Un ejemplo de que la tendencia es clara es que Iberdrola Renovables antes era una filial de Iberdrola, centrada en esas energías limpias. Hoy podríamos decir que la propia Iberdrola es Iberdrola Renovables. Las empresas se están impregnando de ese fenómeno. Al menos en ese tipo de empresas, en utilities. Y acabará siendo transversal en compañías de oil & gas. Las petroquímicas ya empiezan con combustibles bio y aumento de eficiencia. La transición energética es imparable, pero hay que ver cómo realizarla sin comprometer suministros y el nivel de vida que hemos alcanzado.

Miguel: Pero ESG no es solo cambio climático. Hay más problemas, como los populismos. Hay grandes bandazos, por ejemplo, con la energía nuclear. Ahora se dice que es limpia, pero montar una planta nuclear partiendo de cero, en el caso de que se intentara, requiere 15 años, así que tampoco sé si sería una solución para abaratar el precio de la energía.

Si damos por buenos los datos comúnmente aceptados, que no digo ciertos, estamos llegando a un punto de no retorno, vivimos una emergencia y se requiere de una reacción rápida. Creo que hemos tomado mayor conciencia del problema, pero probablemente no hayamos dado con la solución. Quizás ahora no tenga sentido cerrar centrales nucleares que tengan vida útil. Pero una vez que nos hemos adentrado en la política contraria desde hace años, son los expertos quienes deben decidir cuál es el mejor camino a seguir.

Al respecto me viene a la mente la película “Don’t look up”, que os recomiendo. En síntesis, trata de que una persona descubre que en unos meses un meteorito va a caer a la Tierra y nadie le hace caso. La gente piensa que ya se solucionará, no se hace nada y el meteorito acaba cayendo. Deja ver que podía haber habido una solución, pero cayó por inacción. “Don’t look up” significa no mires arriba y me recuerda que hay temas que están politizados y que se ignora la verdad. La clave es compaginar rigor y ciencia y, lamentablemente, el relato ha ganado importancia a costa de la verdad.

Gonzalo: Ya no queda duda de que la energía nuclear es limpia, pero para abaratar el precio de la energía habría que revisar el sistema de fijación de precio, la subasta. Parece cierto que hay intereses en no tocarlo para favorecer ciertas energías, aun a costa de su encarecimiento. Y se da la paradoja de que países tremendamente contaminantes como China, India o algunos de Latinoamérica, no están dando ese cambio a otras energías, continúan usando principalmente combustibles fósiles, que resultan más baratos. Pero claro, es difícil que nosotros, que llevamos más de 200 años utilizando esas fuentes de energía y contaminando, les digamos ahora a ellos que no lo hagan, cuando supone un punto clave en su desarrollo. No hay duda de que es un cambio a largo plazo y es complicado que todos vayamos al mismo ritmo.

Dado vuestro conocimiento y experiencia en materias financieras e inversoras, tenemos que hablar de la situación económica global y de la española en concreto. La crisis del COVID ha afectado especialmente a nuestro país, tenemos un altísimo desempleo y el PIB no acaba de remontar. Por nuestros trabajos, todos tenemos estrecha relación con EEUU y todo indica que la brecha con ellos se está ampliando. Gonzalo trabaja en un banco japonés y sería interesante abordar la posible similitud de la economía española con el estancamiento que ha vivido aquel país.

Gonzalo: No creo que se esté dando una japonización de España. El problema es otro, la economía japonesa se estancó y su sociedad envejeció, y eso se asemeja a lo que aquí está ocurriendo, pero Japón venía de un modelo muy industrial y, sin embargo, aquí servicios, turismo o sector inmobiliario representan un porcentaje altísimo del PIB. Esto supone una mayor exposición a volatilidades en caso de que afecte fuertemente cualquier factor exógeno, como ha sido el caso.

Considero que en España tenemos dos principales problemas: el pobre tejido industrial existente, con poca inversión en I+D, y las rigideces estructurales. EEUU tiene una crisis y en muy poco tiempo son capaces de modificar normas, aprobar estímulos con cierto consenso político y capear el temporal. Sin embargo, en España y en general en Europa, existe una mayor rigidez. En parte es consecuencia de no disponer totalmente de la herramienta de la política monetaria. La fiscal sí la tenemos, pero los pactos son complicados y no se dan de gran calado, lo que supone que cada poco tiempo tengamos planteamientos muy diferentes. Una empresa no sabe a qué legislación se va a tener que someter en el medio plazo, con la inseguridad que de ello se deriva. Desde mi punto de vista hay un problema burocrático en Europa y político en España.

El Brexit es una muestra de estas dificultades. El Reino Unido tiene lo mejor de los dos mundos, tanto política monetaria propia, con su moneda, como pactos de libre comercio con Europa, y han decidido irse y renunciar a una parte. Creo que el Brexit es un error, pero ponderaron los defectos de la Unión por encima de sus virtudes. Para la Unión puede ser una oportunidad si se da cuenta de sus problemas y da un cambio de rumbo hacia una mayor flexibilidad y menor burocracia inmovilista. Europa tiene que competir con EEUU y con China y para ello es precisa una Europa unida.

A pesar de estas dificultades, España es un país con gran atractivo y lo demuestra el hecho de que los inversores siguen viniendo. Ven potencial y futuro. Nos costará más que al resto de Europa y mucho más que a EEUU, porque a corto plazo tenemos problemas, pero yo soy optimista. Incluso con la situación que estamos viviendo, el ciclo sigue siendo alcista y yo lo sigo viendo así en el futuro. En EEUU ya se han anunciado subidas de tipos de interés y a Europa llegarán pronto. Macroeconómicamente va a haber crecimiento en el mundo, en Europa y en España.

Miguel: Yo también soy positivo, aunque no ignoro las dificultades. Creo que somos un país magnífico y con gente extraordinaria. Bismarck decía que no había un país tan fuerte como España, que llevaba toda la vida intentando autodestruirse y no lo había conseguido. Yo me lo creo. A corto plazo hemos tenido problemas como la dependencia del sector inmobiliario hace unos años y ahora la dependencia del turismo, a los que se unen las rigideces que apunta Gonzalo. Se mezclan la política y la razón, la ideología con el pragmatismo.

Ha quedado claro que la reforma laboral en España funcionó. Es un hecho objetivo. También gracias a empresarios y emprendedores ha aumentado de manera increíble la cifra de exportaciones. Pero no se ha puesto en valor y dar marcha atrás es parte del problema. EEUU tuvo el mayor incremento del paro del mundo desarrollado y hoy está en pleno empleo. No cabe duda de que ellos tienen otros problemas, habiéndose convertido en una sociedad desigual, pero la flexibilidad ayuda al empleo y a la recuperación.

La creación de riqueza en EEUU ha estado muy vinculada con el auge de la tecnología, y su impacto se ve en el incremento de la productividad, precisamente por la irrupción de la tecnología, que acaba afectando al conjunto de la sociedad. En este punto los europeos no podemos quedarnos atrás y, desgraciadamente, lo estamos haciendo.

En cuanto a la Unión Europea, y a pesar de su rigidez, creo que el balance es positivo. España es uno de los países más beneficiados con la existencia de la Unión y de sus políticas. Y la rigidez se da tanto a nivel nacional como supranacional. De hecho, es más difícil despedir a alguien en Alemania o Francia que en España.

Cuando dejé Mercapital por Altamar, pasé de invertir en compañías españolas a hacerlo en americanas también. Verifiqué que hacían lo mismo, pero a ellas les rinde mucho más. En España tenías una compañía nacional y para crecer tenías que dar el paso a Francia o Alemania con las dificultades que eso conlleva. En una de mis primeras inversiones en Altamar, nos comentaban que tenían la empresa con presencia en Texas y la estaban llevando a Luisiana y Missouri. Texas es del tamaño de España. Esa transición a otros Estados, por idioma, legislación y cultura era infinitamente más sencilla que la de la empresa española.

Eso es por lo que en la Unión Europea es fundamental y destruirlo sería imperdonable. Europa necesita ser un bloque para tener masa crítica y poder competir. En este sentido el Brexit es un anacronismo y los británicos ya se dan cuenta de los problemas que conlleva.

Miguel Zurita Goñi en su discurso de recepción del Premio Paulino del Año 2020

Y ese ciclo alcista que pensáis va a durar, ¿no se puede ver comprometido por la gran liquidez que se ha inyectado en estos años al mercado y que ha podido provocar valoraciones altísimas difícilmente justificables y una economía “dopada” artificialmente?

Miguel: Por la pandemia se ha aprobado la concesión de fondos a los países de la Unión Europea para realizar inversiones. Lo cierto es que en España no sabemos cómo invertir 140.000 millones de euros. En mi sector el programa de más éxito de inversión pública es el Fondico, y ha invertido 2.000 millones en cinco o seis años. Invertir 140.000 millones en 2 años es sencillamente imposible. No hay mercado ni oportunidades suficientes.

Hay un aspecto que empieza a preocuparme y es la gran liquidez que los bancos centrales han estado inyectando. No soy macroeconomista, no sé cómo pueden acabar afectando a las valoraciones. En EEUU, la FED ve que hay pleno empleo, pero una alta inflación y suben los tipos. Supuso un pequeño temblor bursátil, pero se recuperaron. El aumento de los tipos de interés afecta negativamente a las valoraciones, pero la capacidad de crecimiento y de creación de valor sigue siendo espectacular.

Quizás la inflación va a ser más permanente de lo que se ha dicho y la subida de tipos llegará aquí pronto.

Gonzalo: Que haya liquidez en el mercado, por definición es bueno. Pero, como todo, ha de tener un límite. Yo no tengo claro que los tipos vayan a subir tan pronto en Europa. Aquí no tenemos el crecimiento que tiene EEUU. Sí tenemos inflación, pero también más desempleo y por tanto sería menos asumible. Seguirán inyectando liquidez. Pero tampoco puedes vivir 40 años con la situación de Japón. Y es otro problema de la Unión Europea, tener una moneda única y una política monetaria única para países tan diversos. Quizás Alemania podría soportar e incluso agradecer una subida de tipos, pero a nosotros nos hundiría.

En cuanto a las valoraciones, está muy relacionado con los tipos de interés. Hace años, cuando en ese tipo de inversiones se pedían rentabilidades del 25%, los tipos estaban alrededor del 10%. El diferencial era de entre el 10 y el 15%. Ahora con los tipos al 0%, están bajando rentabilidades exigidas y eso implica que puedes pagar precios más altos y aún hay margen. Y los tipos de interés bajos también implican que se pueda emitir deuda a unos tipos bajísimos. Muchas compañías hoy se preguntan para qué buscar nuevos socios cuando pueden encontrar acreedores casi gratis, si el dinero es gratis.

Miguel: Si te dedicas a invertir, tienes que invertir y la inflación es la única manera de retirar deuda del mercado. El punto fundamental es decidir donde inviertes. La disyuntiva lleva muchos años entre growth y value. Growth ha ganado por goleada en los últimos 4 o 5 años. Con tipos bajos, el precio que le ponías al crecimiento era enorme. Yo ahí sí creo que va a haber un cierto cambio. Cuando ves valoraciones de compañías a 25 veces EBITDA, evidentemente ahí no estás valorando mucho los cash flows de los primeros años de inversión, sino de los 20 restantes. Y eso con la subida de tipos, cuando se produzcan aquí y en EEUU, sí va a hacer que las valoraciones cambien, bajando los precios. Espero por tanto un trasvase del valor del crecimiento al valor del yield, de la generación de caja a corto plazo. Pero la liquidez no creo que vaya a desaparecer. Además, recientemente hemos visto que las valoraciones han disminuido levemente, quizás por descontar ya las futuras subidas de tipos. Sí que creo que cada vez estamos más cerca del final del crecimiento, lo que no quiere decir que estemos al principio de una caída. Hace tiempo que yo personalmente he pensado que a ciertos múltiplos no tenía sentido seguir invirtiendo y, sin embargo, quien sí lo ha hecho, ha obtenido muy buenos resultados.

Nosotros hemos hecho un análisis del incremento de las valoraciones en nuestra cartera desde 2007. Si la media era 10 u 11 veces EBITDA, ahora estamos en 14. Pero hay que ir más allá, diferenciando tecnología y salud. Una parte muy importante de la valoración media tiene que ver por el cambio de mix. Consumo o sectores más industriales han caído y la tecnología ha subido de manera importante. Así está el mercado hoy en día. Nosotros intentamos construir una cartera balanceada y eso sí que hará que intentemos tener más exposición a generadores de caja en vez de tanto crecimiento. Eso, de media, reducirá las valoraciones.

Gonzalo: Es interesante ver el allocation de los grandes fondos de pensiones y aseguradoras. Por simplificar, hay equity, deuda y alternativos, que es a lo que se dedica Miguel. Pues el porcentaje de alternativos ha aumentado de una forma increíble por una serie de motivos. Primero, porque los tipos de interés tan bajos hacen poco atractiva la deuda al buscar rentabilidad y segundo por la volatilidad del equity, que ha hecho que el binomio riesgo-rentabilidad haya empeorado. Aunque vayan subiendo poco a poco los tipos, la inversión en alternativos sigue aumentando y eso supone que haya mucha liquidez en ese mercado y suban las valoraciones. Ni hay ni se espera una crisis de liquidez, como sí hubo en 2009.

Miguel: Así es, pero me gustaría incidir en la capacidad de crecimiento que tiene mi sector. De nuestra actividad socioeconómica diaria, digamos que alrededor del 20% del valor se corresponde con compañías cotizadas y el 80% con compañías no cotizadas. El valor de la capitalización de las bolsas mundiales contra el valor de la inversión en fondos alternativos (incluyendo infraestructura y todos los demás) es de más del 90% contra menos del 10%. Lo que supone que el 20% de la economía representa el 90% de la inversión. Esto da una idea del potencial de crecimiento que tenemos.

«A pesar de estas dificultades, España es un país con gran atractivo y lo demuestra el hecho de que los inversores siguen viniendo. Ven potencial y futuro»

Habláis de grandes inversores, como aseguradoras y fondos de pensiones, pero recordamos que Miguel, en el discurso del Premio Paulino, nos confesó la responsabilidad que sentía al invertir dinero de pensionistas. Ahora todo apunta a que los planes privados de pensiones van a cobrar mayor importancia y nos preguntamos por el futuro del sistema de pensiones.

Miguel: Este es uno de mis temas preferidos. Vuelve a ser un claro caso de don’t look up. Es uno de los mayores problemas que tenemos como país y como sociedad, porque el envejecimiento de la población, unido al ahorro de la generación de nuestros padres y a que han tenido una pensión, ha permitido que durante la crisis algunas familias hayan podido vivir de las pensiones de los abuelos y, quizás, la generación más joven no le ha dado importancia. Pero es un hecho que vuestra generación y las siguientes no parecen invertir de la misma manera que las anteriores. No compran una casa, la alquilan. Muchos no compran ni un coche. No van a tener activos y veremos si tienen pensión o qué pensión tienen. Añadir años de cotización para fijar el parámetro es una forma de reducirla y ya se está haciendo. La inflación igualmente las reduce. Puede que traten de subir impuestos para atajar el problema, pero no va a servir.

En Latinoamérica se afrontó el problema bastante bien, obligando a contribuir a planes de pensiones. En Chile le están dando la vuelta, México lo mantiene y lo cierto es que es la única solución. Esto se sabe, pero no se actúa.

Cuando estuve estudiando en EEUU, hace 38 años, hice un trabajo sobre las pensiones en aquel país, y ya se ponía de manifiesto que la demografía se estaba invirtiendo y que llegaría un momento en el que no habría dinero para pagar. No es nada nuevo ni exclusivo de aquí. Pero aquí no se están tomando medidas para solucionarlo, serían impopulares y la magia no existe. Es un tema muy preocupante.

Un problema que tiene mi sector es la dependencia de inversión extranjera por la falta de ahorro institucional en España. Las compañías aseguradoras son muy pequeñas y los fondos de pensiones minúsculos. Los gobiernos entienden que el capital privado es bueno porque supone la creación y fortalecimiento de empresas más sofisticadas, que crecen más, exportan más. Pero también es muy importante que tengamos inversores. Les explicamos que tenemos un problema absurdo, herencia de un pasado de bancos multidisciplinares, que hacían de todo, con gestoras y aseguradoras. Los fondos de pensiones tienen por ley limitadas las comisiones máximas que cobran por tramos, según el perfil de riesgo. El máximo es de un 1.5% sobre el capital gestionado. Los fondos de private equity de media cobran un 2% y los fondos un 1%. Pero además lo cobran sobre el capital comprometido, lo que supone que cuando tienes invertido el 10% del fondo, en realidad estás pagando un management fee del 10%.

Gestionar fondos de pensiones es un negocio. El resultado es que sumas no solo el fee del gestor sino también el de los fondos subyacentes. Eso les lleva a invertir fundamentalmente en deuda pública y por ello año tras año logran rentabilidades peores que las de los mercados. Y todo por las comisiones. El sector de private equity genera mucho, pero es caro y por ello estos fondos no invierten en él y se han centrado en deuda, lo que ha sido un desastre.

Otro problema es el de la fiscalidad. Los gobiernos no cuidan los pocos fondos que hay, porque empeoran la fiscalidad. Si inviertes en un fondo normal no tienes la deducción que tienes al invertir en un fondo de pensiones, pero el beneficio lo tributas por plusvalía, mientras que el beneficio que obtienes en un fondo de pensiones lo tributas por renta. Es un sistema que no tiene sentido. Yo colaboro con la Asociación Española de Capital, Crecimiento e Inversión, ASCRI, y estamos intentando promover la creación de una figura distinta, de next generation, dándoles flexibilidad para invertir en diferentes activos, reales, por ejemplo, pero comprometiendo a la gente a largo plazo con ciertos incentivos. Lo que está claro es que la situación actual no invita a los jóvenes a ahorrar, cuando sin duda sería lo más inteligente.

Lo que sí se ha hecho ahora es la ley de startups. El gobierno parece haberse dado cuenta de la importancia de la revolución tecnológica. Además, el sector del venture capital tiene mejor fama que el de private equity y lo están intentando favorecer. Estamos consiguiendo incluso atraer gestores a España, flexibilizando su remuneración. Sin darle demasiada publicidad eso sí, para que no se diga que están ayudando a fondos buitre.

Gonzalo: Coincido plenamente con la valoración que ha hecho Miguel. Es éste sin duda uno de los problemas más graves que tenemos. Pienso que también hay que abordar otras realidades, como medidas a favor de la natalidad, que ayudarían a largo plazo, pero desde luego no hay soluciones sencillas y sí impopulares.

Se acerca el final del encuentro y nos gustaría que compartáis con nosotros y con todos los colegiales que os lean, vuestra experiencia personal y profesional que sirva de orientación a un joven paulino que acaba sus estudios y comienza su vida laboral.

Gonzalo: Yo le diría que empiece a trabajar en algo que le guste, que no comience en lo que parezca que se lleva en el momento, sino que previamente analice lo que le gusta y, si es posible, le dé un componente internacional. En el fondo, se trata de conseguir que aquello que haces te acabe gustando. Además, cada vez hay más posibilidades de moverse de un trabajo a otro. Que no le dé miedo el primer trabajo porque no va a condicionar totalmente el futuro, no es determinante.

Y también que esté dispuesto a trabajar mucho y duro. Hay que hacer sacrificios, de manera muy especial al principio, y muchos jóvenes no están dispuestos a sacrificarse. Los objetivos, los sueños requieren trabajo, constancia, riesgo, nadie regala nada. Está bien hacer balance entre la vida personal y laboral, hay que intentar un equilibrio, pero no es tan fácil.

Miguel: Estoy de acuerdo, pero con una puntualización. Vi hace poco un vídeo que indicaba que la peor mentira y más peligrosa era “pursue your dreams”, persigue tus sueños. Por eso no sé si recomendaría trabajar en aquello que les guste. Lo fundamental es tener una visión a largo plazo. La vida es muy larga y quizás es más importante un trabajo menos lucrativo que te ofrezca más oportunidades de aprendizaje, que te forme mejor, aunque sea menos glamuroso. También, y aunque pueda parecer contradictorio, es interesante relativizar, la vida vista desde la primera opción laboral es larga, pero siempre se puede cambiar y reconducir.

Y un aspecto que me parece muy importante es ser consciente de que desde el primer día que empiezas a trabajar te estás creando una reputación, así que has de ser fiel a tus valores. El éxito profesional no es el objetivo último en nuestra vida. La vida es mucho más y acostarse tranquilo todas las noches da mayor sentido a la vida.

Son consejos importantes fruto de la experiencia, de una buena educación y del compromiso que ambos tienen por extender en su entorno un ambiente de confianza, seguridad, responsabilidad y, nos atrevemos a decir, también sosiego. Porque su presencia, la forma de compartir sus conocimientos y su serenidad crean un ambiente amable. Sin duda cultivan la excelencia.

Para terminar, nos gustaría conocer cuáles son vuestras fuentes de información que consultáis a diario y qué nos recomendaríais para estar al día, así como qué lecturas podríais compartir con nosotros.

Gonzalo: Hoy en día lo que no falta es información. A veces hay incluso demasiada, totalmente inabarcable. Por mi trabajo me llega mucha información macro y económica y lo que debo hacer es filtrar. Una fuente de información valiosísima para mí son los propios clientes, el contacto con las personas. Durante el confinamiento les llamaba, aunque no tuviera negocio en ese momento con ellos, para que me contaran la situación desde su punto de vista, desde la economía real, para contrastarla con la visión financiera.

Sobre lectura recomiendo especialmente dos libros;

En primer lugar “Patria”, de Fernando Aramburu, libro que conoceréis bien por vuestra procedencia. Creo que es importante mantener la memoria de lo que durante tantos años ha pasado en el País Vasco, y que no se olvide que en España durante muchos años ha habido una gran falta de libertad en el País Vasco y que se ha asesinado y coaccionado a mucha gente simplemente por pensar de manera distinta a la de una minoría violenta. Para los que hemos convivido con esta violencia es importante que no se olvide la historia para que no se repita y se recuerde con la admiración que se merecen a todas aquellas personas que lucharon (en un sentido muy amplio) para que hoy vivamos en una sociedad más libre.

Por otro lado, “Sapiens” de Yuval Noah Harari. Se trata de una breve historia de la humanidad escrita con un lenguaje fácil de entender y entretenido. Es un libro que, si bien no hay que estar de acuerdo con todo lo que cuenta, da una visión muy completa de la evolución del hombre y de los grandes avances de la sociedad desde muchos puntos de vista. Una lectura interesante para reflexionar sobre algunos de los grandes hitos de nuestra historia, que nos ayudan a entender también la historia que estamos viviendo nosotros.

Miguel: Yo me dedico a buscar oportunidades de inversión en el mundo y en diversos sectores y además de leer todo lo que me facilitan sobre esos ámbitos, coincido con Gonzalo en que el matiz que te da una conversación es fundamental, es muy constructivo y hay que cultivar los encuentros en los que se comparte no sólo información, sino también impresiones y experiencias. Eso es insustituible.

En cuanto a lecturas, los dos últimos libros que he leído han sido “Magallanes” de Stefan Zweig y “La paz interior” de Jacques Philippe.

“Magallanes” es uno de los mejores relatos de la primera vuelta al mundo que culminó el vasco universal Juan Sebastián Elcano, un logro en mi opinión mayor y más arriesgado en su momento que el primer viaje a la Luna, un verdadero hito de la humanidad, protagonizado por España, del que ahora se cumplen 500 años y del que deberíamos estar muy orgullosos.

“La paz interior” nos recuerda que llevamos una vida acelerada, preocupados por todo y por todos, y que es bueno encontrar esa paz interior que nos ayuda a poner las cosas en su contexto adecuado.

Ambos me han gustado y me han aportado ideas para el día a día, que es el tesoro de los buenos libros.

En este encuentro de hermanos, los hermanos Zurita nos han ofrecido la ilusión de hablar entre iguales y de lugares comunes. También adentrarnos y salvar la distancia entre los personajes públicos que conocemos y las personas que son. Nosotros no sólo prestamos atención a sus conocimientos y experiencias, también observamos sus modales, sus silencios, su tono, y no cabe duda de que unen a sus conocimientos financieros grandes cualidades humanas. Son dos personas de corazón educado.

Nos han mostrado sus orígenes, sus esfuerzos y sus éxitos, también hemos percibido su pudor ante todo lo personal e íntimo, y tienen muy presente la fragilidad de la vida, su lado débil, por eso siempre destacan lo fundamental.

La relación entre la vida personal y laboral aparece de forma equilibrada en sus palabras y en su entrega diaria, con el esfuerzo que preside su día a día. Un esfuerzo que consideran transformador, capaz de cambiar el mundo con la suma del trabajo de cada uno de nosotros. No son de las personas que esperan a salir del trabajo para disfrutar, han sabido hacer que les guste lo que hacen y disfrutan haciéndolo.

Se atribuye al premio Nobel André Gide el pensamiento de que el secreto de la felicidad está en no esforzarse en el placer, sino en encontrar la felicidad en el esfuerzo. En tiempos de adversidades sabemos que son el esfuerzo y un liderazgo de hacer, frente al de decir, los que allanan el camino. No es extraño que en la adversidad salga a la luz la verdadera virtud.

Con esta esperanza, Gracias hermanos.

«El 20% de la economía representa el 90% de la inversión. Esto da una idea del potencial de crecimiento que tenemos»