El 4 de febrero de 2019 tuvo lugar una nueva convocatoria del Ciclo de Política Internacional, basada en la cena-coloquio celebrada en el Salón de Invitados del Colegio Mayor San Pablo, interviniendo como ponente Yoav Katz, Consejero-Portavoz de la Embajada de Israel. Los asociados cubrieron la totalidad del aforo del Salón ante las expectativas creadas por la significación del ponente y el título elegido.

En su exposición, Yoav Katz definió que la situación actual en Oriente Medio gira en torno a tres elementos de análisis. En primer lugar, está la llamada Primavera Árabe. Es conocido por todos que la mayoría de estos “países árabes” han estado gobernados por regímenes autoritarios no democráticos que durante décadas han concentrado el capital en una pequeña élite. La Primavera Árabe fue ante todo un deseo de derrotar a los corruptos, que tristemente ha devenido en una situación de guerras civiles, migraciones y países fallidos, además de en un peligroso flujo de armas antes controladas por las dictaduras. En las fronteras de Israel hay guerra y grupos terroristas activos (ISIS, Al Qaeda…) y esto se debe tener en cuenta a la hora de toma decisiones. Por ejemplo, antes se pensaba que los Altos del Golán podían ser una moneda de cambio en una negociación con Siria, actualmente esto está fuera del discurso de todos los políticos israelíes. Hoy Siria no existe como país organizado, una situación que se constata en todos estos territorios.

El siguiente elemento interpretativo sería el conflicto entre chiíes y sunníes, es decir, entre Irán y Arabia Saudí. Irán, junto con Turquía, son “nuevos” actores centrales en el tablero de Oriente Medio, cosa que antes no se estimaba, y curiosamente ambos son países no árabes. Irán juega a desestabilizar las regiones vecinas, desea desarrollar armas nucleares y tiene un marcado discurso anti-israelí. En contra está Arabia Saudí, con sus recursos petrolíferos. En este sentido cabe mencionar el viejo dicho de que “el enemigo de mi enemigo es mi amigo” y así se puede leer el acercamiento de Israel al entorno saudí, como demuestra la reciente visita oficial del primer ministro Netanyahu a Omán.

En tercer lugar, podríamos citar el conflicto en Palestina y el Proceso de Paz. En Palestina hay una dualidad de poderes entre Hamás y Al-Fatah, es decir, entre Gaza y Cisjordania. Por tanto, ¿quién lidera o quién representa el movimiento nacional palestino? El conflicto interno es muy marcado, algo evidente hasta en el cobro de impuestos y en el pago de su personal. Para una paz duradera ambos lados necesitarían hacer concesiones, pero para Israel es difícil porque no hay un interlocutor palestino claro.

Para terminar, el Consejero expresó que, “a pesar de los conflictos, hoy en día en mi país hay que ser optimista. Israel es un país joven, con alta tecnología, salud y seguridad. Mi padre participó en tres guerras, yo solo en una. Hoy no hay tanto miedo como en el pasado en un contexto en el que nuestros vecinos tenían una marcada hostilidad contra nosotros. En Israel tenemos grandes compañías y empresas y esto justamente lo está entendiendo el mundo musulmán. Antes con ellos solo tratábamos de temas militares, ahora en las conversaciones aparecen otros elementos tales como la gestión del agua, el cambio climático, las nuevas tecnologías… y esto es absolutamente positivo para un futuro mejor”.

Abrieron el turno de intervenciones Pedro Arellano, interesándose por el modelo de éxito israelí y la educación; sucedido por Enrique Cortés, quién preguntó sobre la concepción del papel de la fe en el estado democrático de Israel. Por su parte, Javier López-Galiacho se interesó por las relaciones bilaterales España-Israel y Carlos Gregorio Hernández por la no intervención de los israelíes de un modo más directo en los conflictos bélicos de su entorno tras la Primavera Árabe. Por otro lado, desde su perspectiva como Presidente del ICO, José Carlos García de Quevedo aportó una interesante pregunta sobre la aplicación práctica de los conocimientos tecnológicos, algo en lo que las empresas israelíes son punteras. Participaron activamente en el coloquio distintos asociados, entre ellos Aitor Errasti, José Carlos Rico, Javier Cañas, José Manuel Varela, Cristóbal Rodríguez y Horacio Cabrera Dijilanov.

Concluyó el coloquio con la intervención de David Rojo, coordinador del Ciclo de Política Internacional y finalmente quedó cerrada la velada con las palabras de Andrés Contreras, Presidente del Foro Mayor San Pablo, quien en la apertura brindó con vino israelí del Golán. Ambos agradecieron al ponente su cercanía y claridad expositiva al tiempo que le desearon mucha suerte en su misión diplomática.