ENCUENTROS PAULINOS

Entrevista a D. Enrique Tellado

Por Aitor Errasti

Con esta entrevista me gustaría iniciar unos Encuentros Paulinos en los que compartir experiencias y emociones con personas que, teniendo en común su paso por el Colegio Mayor San Pablo, asumen ahora responsabilidades y compromisos relevantes en su vida profesional o social.

El azar ha querido que estos encuentros se inicien con Don Enrique, un claro ejemplo del ideal de colegial con el que soñaban los fundadores del Mayor. Un estudiante brillante que desde muy joven ha asumido importantes responsabilidades directivas, en particular en el sector bancario.

Me acerco a él con inquietud y desasosiego. No soy periodista y no tengo nada que aportarle, pienso que es una osadía disponer de su tiempo y pretender algunas confesiones, pero me siento tentado a arriesgarme. Para sentirme arropado y compartir responsabilidades me acompaña mi hermano, también paulino, dispuesto a hacer de reportero. Así que, si el entrevistado lo permite, quedan en manos de Xabier el testimonio gráfico y la grabación de sus palabras.

Don Enrique nos recibe amable en su oficina, en la sede central del Banco que dirige, en la céntrica Calle Serrano de Madrid.

Los primeros minutos de presentaciones giran en torno a los recuerdos que nos evoca el Colegio Mayor, compartimos anécdotas y experiencias vividas y, en segundos, estamos todos ubicados en el Mayor. Las novatadas, las noches de estudio o de fiestas, las tardes de piscina, las olimpiadas, las cenas coloquio, todos lugares comunes que pronto permiten que entablemos un tú a tú. La generosidad del entrevistado se palpa, varias promociones y un abismo de experiencia y de profesionalidad nos separan, pero presiento que nos une un vínculo muy especial, un fuerte sentimiento paulino que propicia cierta complicidad.

Aclarado que los encuentros no persiguen confesiones mediáticas, ni otros lucimientos, sino servir de instrumento de reflexión sobre valores humanos, y propiciar un foro en el que paulinos de reconocido prestigio compartan su visión sobre aspectos de interés, de los que todos podamos aprender, Don Enrique no nos escatima ni tiempo ni pensamientos.

ETELLADO

Don Enrique Tellado Nogueira, Colegial de la XLIII promoción del Colegio Mayor San Pablo, licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales es el Consejero Delegado de EVO Banco. Ha sido directivo de Caixa Galicia y Director General Financiero de Nova Galicia.

¿Cómo conociste el Colegio Mayor? ¿Cómo recuerdas tu llegada a Madrid?

Como todos los que no somos hermanos mayores, conocí el Colegio por mi hermano, que fue paulino antes que yo. Fui un seguidor, cuando llegué ya tenía amigos, pues un primo mío y algún amigo de Lugo fueron también compañeros. Éramos muchos gallegos en aquella época y recuerdo, con especial cariño, la fiesta gallega que organizábamos anualmente. Recuerdo, perfectamente, mi primer día en el Colegio, mi hermano me pidió que diera recuerdos a un veterano amigo suyo, yo traté de cumplir pero me equivoqué de veterano. Acción por la que, lógicamente, tuve que cumplir una penitencia, pero desde ese mismo momento recuerdo estar a gusto en el Colegio.

La época del Colegio es una época estupenda, guardo muchísimos buenos recuerdos. Es un momento en el que siempre estás acompañado, te sientes apoyado, aprendes y lo pasas bien, y todo desde la más absoluta libertad.

¿Mantienes el vínculo con los que fueron tus compañeros durante los años de colegial?

Aunque no es posible mantener el trato con todos los que fueron mis amigos en aquella época, lo cierto es que sí mantengo una buena relación con un grupo de paulinos.

Por distintas circunstancias pasé muchos años sin volver al Colegio, pero el año pasado mantuvimos una reunión de promoción en Madrid, pudimos visitar el Colegio, que encontramos muy renovado, saludar al director y celebrar una misa. El evento fue ideado y liderado por Pedro Suarez, abogado que está trabajando en Madrid, y me hizo muchísima ilusión reencontrarme con amigos y compañeros a los que hacía muchos años que no veía. Incluso pudimos retomar la costumbre paulina de celebrar hasta altas horas; espero que podamos repetir la reunión con cierta continuidad.

¿Cómo crees que te influyó tu estancia en el Colegio? ¿Consideras que el lema del Colegio Mayor, que tantas veces se nos repetía, el “Sed señores de vosotros mismos y para los demás” hizo mella en ti?

La época que pasamos en el Colegio es una época muy importante, un periodo de formación en el que vamos modelando nuestros valores, y la experiencia vivida en el Colegio matiza esa formación y esos valores.

Considero que la educación de todas las personas que llegan al Colegio es bastante homogénea, comparte un hilo conductor y los valores que cada colegial ha recibido en sus familias no son muy divergentes, por lo que el Colegio los complementa y refuerza, pero en ningún caso sentí que cambiara los míos. Los valores que se infunden en el San Pablo dan continuidad a la educación que has recibido en casa. En mi caso considero que dio continuidad al proyecto que mis padres estaban creando para mí.

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En el año 2000 diste un giro a tu carrera profesional dejando una importante consultora para crear una start-up, demostrando un gran espíritu emprendedor. ¿Consideras que es beneficioso para un directivo tener impregnado un espíritu emprendedor o es mejor que existan diferencias entre directivos y emprendedores?

Aquella experiencia fue divertidísima. Yo trabajaba en Mc Kinsey pero era la época del boom de las “punto com”, y mi objetivo era intentar forrarme con la venta de la empresa para poder disfrutar de un retiro dorado pero, desgraciadamente, no pudo ser.

Aunque distinto al perfil que había en el Colegio Mayor, el perfil de los compañeros de Mc Kinsey era de nuevo muy homogéneo. Personas muy trabajadoras, muy proactivas y con las ideas muy claras. La start-up la montamos dos compañeros de Mc Kinsey. A medida que fuimos creciendo fuimos contratando personas, hasta quince. Las inquietudes, entrega y actitud de algunas de esas personas eran muy diferentes a lo que yo me había encontrado en mi carrera profesional hasta entonces. Fue una experiencia muy enriquecedora, por conocer perfiles muy diferentes de los que había podido tratar hasta entonces, y por realizar funciones desconocidas para mí hasta aquel momento. Pero también fue muy duro porque el éxito que esperábamos se resistía y, de alguna manera, aprendimos a fracasar. En cualquier caso considero que fue una buenísima escuela y no tengo ninguna duda de que volvería a repetirla.

En cuanto a la diferenciación que realizas en tu pregunta entre el emprendedor y el directivo, considero que el emprendedor con éxito termina siendo directivo, por lo que no son, ni mucho menos, compartimentos estancos. La única diferencia está en la aversión al riesgo, el emprendedor suele ser una persona más “echada para adelante”, como se suele decir coloquialmente. En todo caso, los emprendedores de éxito, los que solemos tener como referencia, han medido bien el riesgo, de ahí su éxito, por lo que disponen de una capacidad para medirlo correctamente.

Esa misma capacidad para medir el riesgo es, en todo caso, una virtud común entre los buenos directivos, aunque probablemente les atraiga menos.

Entiendo que el concepto que persigue EVO Banco es puro emprendimiento porque, si bien la banca es un sector muy maduro, los servicios y la forma de ofrecer esos servicios por parte de EVO son ciertamente novedosos. ¿Hasta qué punto es necesaria la innovación en los productos?

La competencia en el sistema financiero español está bastante saturada. No es posible lanzar una nueva entidad ofreciendo los mismos productos y servicios que las entidades que ya están asentadas en el mercado. Nuestro planteamiento es que, o bien hacemos las cosas de forma distinta o bien no tiene sentido ni siquiera intentarlo.

En todo caso tampoco hay que hacer las cosas de una manera exageradamente distinta a los demás; siempre digo que hay que ir un paso por delante de los demás pero no cinco, ya que si fuéramos cinco pasos por delante de los demás los clientes no nos entenderían; haríamos algo tan extraño que no les resultaría útil.

Sin embargo, yendo un paso por delante de los demás la gente sí entiende lo que hacemos. A día de hoy parece que esta política está teniendo éxito, ya que el 70% de nuestros nuevos clientes se incorporan porque otro cliente nos ha recomendado, lo cual nos llena de orgullo, significa que nuestros clientes confían en nosotros.

Da la sensación de que EVO tiene muy en cuenta las opiniones de los clientes. ¿Cómo valoráis las opiniones que sobre EVO se publican en las redes sociales?

Las opiniones que vierten los clientes sobre nosotros en las redes sociales son fundamentales para nosotros. Por ejemplo, la apuesta por mantener nuestros productos sin comisiones es el resultado de escuchar las inquietudes y opiniones que nuestros clientes ponen de manifiesto en las redes.

Y hay que tener en cuenta que además de ser un buen instrumento para construir la imagen corporativa, las redes sociales pueden ser también un método, extremadamente eficaz, para destruir imágenes corporativas positivas y sólidas. Antes de que se consolidaran estos mecanismos de comunicación era más fácil que los errores pasasen por alto, ahora cualquier error puede ser magnificado por las redes.

Nosotros intentamos cometer pocos errores y consideramos que, como Banco joven, tenemos derecho a arriesgar, es nuestro único método para crecer. En todo caso, las redes sociales tienen una importancia capital y cada vez va a ser mayor.

De acuerdo con los últimos movimientos del sector parece que el futuro de la banca comercial pasa, obligatoriamente, por la banca digital. ¿Cómo imaginas tú el sector en el medio plazo? ¿Consideras que Google o Facebook pueden suponer una competencia para la banca tradicional?

En mi opinión la banca va a cambiar radicalmente, probablemente no en cinco años pero en todo caso sí en la próxima década. Sobran las oficinas, no como concepto, sí en volumen.

La oficina va a dejar de ser el sitio al que los clientes vayan a realizar sus transacciones, los clientes irán únicamente a mantener reuniones y a recibir información, ofreciendo un valor añadido mucho mayor al que se ofrece actualmente. Creo que se parecerán más, por poner un ejemplo gráfico, a una tienda de Apple que a lo que ahora conocemos como sucursal bancaria.

Ligado a esto está el concepto del que ahora empezamos a hablar, smart phone banking, que supone que llevas el banco contigo, que convives con él. Tiene que convertirse en una herramienta necesaria y útil para los clientes.

En este sentido, nosotros partimos con la importante ventaja de que no tenemos viejas costumbres arraigadas de banca tradicional, por lo que nuestra flexibilidad al cambio es mucho mayor. La historia es buena por una parte, pero también te condiciona.

En cuanto al papel que pueden jugar empresas como las que mencionas en tu pregunta, la percepción del sector no es ni mucho menos unánime. Yo mismo tengo dos líneas de pensamiento encontradas. Por una parte pienso que a una empresa como a Facebook le puede interesar la información que los bancos tienen de los clientes para extender su negocio, son informaciones complementarias, por lo que su cruce podría aportar un tremendo valor. Por el contrario, el problema que tendrían es que las entidades financieras están absolutamente reguladas, mientras que Facebook o Google apenas han de cumplir ese tipo de requisitos, por lo que tendrán que valorar hasta qué punto podría ser perjudicial para ellos someterse a la estricta normativa que pesa sobre el sector financiero. 

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La profesión de banquero ha sido reputada y de prestigio, hasta objeto de deseo, diría yo. Hoy, para muchos parece que, junto con los políticos, podrían ser los culpables de todas las dificultades que nos azotan. ¿Cómo vives este cambio?

Yo soy muy feliz trabajando en la banca. Me gustaría que a los banqueros no se nos considerase personas sin escrúpulos, incluso alguno de los nuevos políticos nos tilda de criminales. Creo que son tópicos infundados.

Realizamos una función, la intermediación financiera, que existe desde la época de los fenicios y que sigue siendo necesaria en la sociedad actual. En todo caso, la tensión reinante conlleva que la profesión sea menos atractiva.

Sí que considero que ha habido gente que, beneficiándose de la profesión de banquero, ha realizado actuaciones ilícitas y se ha enriquecido injustamente, incluso que los banqueros hemos podido colaborar, con nuestra avaricia, a la formación y al agravamiento de la crisis, pero también creo que esa crisis ha permitido que esos vicios se corrijan por la vía de la regulación. A día de hoy los banqueros estamos absolutamente controlados.

Lógicamente el ideal habría que mantenerlo y consolidar una ética profesional. Confío en que, por esta vía, se termine de corregir y que pronto la profesión del banquero vuelva a estar bien considerada y la gente se dé cuenta de que se trata de una actividad necesaria.

Dada tu experiencia como director financiero de Caixa Galicia, ¿Qué papel consideras que ha tenido la politización de las cajas de ahorros en la crisis financiera en España?

Creo que en este punto se habla desde el desconocimiento. Igual yo también lo hago, ya que hablo desde mi experiencia en una única caja de ahorros.

Lo que sí puedo afirmar es que en Caixa Galicia no había ningún tipo de politización, lo que había era una falta de profesionalización en los órganos de gobierno, que es diferente. El Consejo y la Comisión de Control no estaban conformadas por personas profesionales y, probablemente, no ejercían correctamente la actividad de control y de fijación de criterios que corresponde establecer a dichos órganos.

Adicionalmente, el hecho de no encontrarse condicionadas por la obligación de conseguir capital en los mercados, les daba mayor margen de actuación para poder realizar actuaciones que, quizás, bajo una óptica empresarial, no se habrían llevado a cabo.

Confío en que las reformas introducidas y, en especial, el importante ejercicio de regulación implementado, contribuyan a corregir estas imperfecciones.

¿Cómo es el día a día en la gestión de un banco cuyo único accionista es un fondo de inversión como Apollo, conocido en el sector por ser un inversor extremadamente exigente?

Apollo es un accionista excelente. Como contrapunto a lo que comentábamos antes respecto a la falta de profesionalidad en los Consejos de determinadas Cajas de Ahorros, nuestro Consejo está formado por una mayoría de Consejeros independientes y los demás son dominicales, lo que implica que el nivel de exigencia y responsabilidad es máximo, y te asegura que la toma de decisiones, aun asumiendo que no siempre podrá ser correcta, tiene unas probabilidades de serlo superiores a las adoptadas por un consejo no profesional.

Apollo ha realizado su inversión en EVO para ganar dinero, lógicamente, pero su apuesta va más allá del corto plazo, ya que la inversión en entidades financieras puede ser muy positiva, sobre todo si la entrada se realiza en el momento adecuado, como es el caso. Independientemente de quién sea el titular del capital, el proyecto del banco es un proyecto basado en el largo plazo.

Entiendo que dinamizar el Foro Mayor San Pablo como lugar de encuentro entre antiguos colegiales puede resultar una iniciativa emprendedora. ¿Cómo lo valoras y qué plantearías para completar la actividad del Foro Mayor?

Me parece una labor fundamental. Como te comentaba antes, pasaron muchos años desde que dejé el Colegio hasta que volví a visitarlo. Considero que el Colegio es mucho más que el edificio y siempre he sentido que me ha acompañado a lo largo de todos estos años, a través de los compañeros con los que, de una forma u otra, he convivido, y de las experiencias sentidas.

Algunas de las empresas en las que trabajé tienen asociaciones de ex, y en algunos casos muy activas. Desarrollan para sus ex empleados una labor descomunal, con un valor tremendamente positivo.

Considerando el perfil de las personas que pasan por el San Pablo, a su Asociación de antiguos alumnos se le podría dar un valor similar. En todo caso, el principal problema que encuentro a día de hoy es que me parece bastante complicado identificar a los colegiales, a excepción, lógicamente, de aquellos que ya conocemos. Considero que hay que aprovechar el sentido de pertenencia que todos los paulinos tenemos del Colegio para identificarnos los unos a los otros.

Por ejemplo, es tremendamente sencillo identificar a un ex Mc Kinsey en cualquier foro, con las ventajas que ello puede conllevar. Por lo tanto, además de la organización de reuniones, encuentros o entrevistas, sería interesante la creación de un Directorio, que esté siempre actualizado. Podría ser un buen paso para conseguir los objetivos que nos planteamos.

Para terminar, confieso que mi experiencia en el San Pablo ha sido tan extraordinaria que fantaseo con que mis hijos, que aún no los tengo, puedan ser algún día paulinos. ¿Te ocurre a ti algo parecido?

Tengo un hijo y una hija. Mi hijo podría ser algún día colegial, pero es una decisión vital que habrá de tomar él mismo.

Lo que sí tengo muy claro es que si yo pudiera repetir la experiencia la repetiría, sin ninguna duda.